Cómo encontrar ilustrador/a para tu cuento infantil
Por Olga Besolí, profesora del Taller online de Cuentos Infantiles en Portaldelescritor
Pongamos que has escrito un cuento para niños. Como ya sabes, suelen ir acompañados de ilustraciones, y a ti también te gustaría incluirlas, ¿verdad?
En ese caso ¿qué hacer?
Lo ideal y perfecto es que una misma pueda ilustrar su cuento. Muchas autoras lo hacen y crean verdaderas obras de arte en las que texto y dibujos se compenetran perfectamente, como en las obras del australiano Aaron Blabey o, en nuestro país, Raquel Díaz Reguera.
Pero si te ocurre como a mí, y no eres precisamente un Picasso, tendrás que encontrar otras opciones. En concreto, voy a hablarte de cuatro opciones, que son las más interesantes y eficaces:
- Editoriales que incluyen ilustraciones
- Contratar una ilustradora freelance
- Buscar ilustrador/a en cercanía
- Escuelas y academias de arte
Te cuento en qué consiste cada una de ellas, ¡vamos allá!
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Editoriales que incluyen ilustración
Eso vendría a ser como matar dos pájaros de un solo tiro. Si encuentras una editorial que tiene una cartera de ilustradores/as (que las hay, te lo aseguro) y quiere publicar tu cuento, es que la suerte está de tu parte.
Para dar con ellas es tan fácil como visitar sus páginas vía Internet. Verás que algunas exhiben sus ilustradoras, e incluso puede que muestren los portfolios de cada uno con sus ilustraciones, para que puedas ver cómo ilustran y escoger cuál te gusta más.
En ese caso, la editorial seguramente te pondrá en contacto con el ilustrador/a para que os pongáis manos a la obra. Y pueden darse dos escenarios. El primero es que la editorial trabaje con ilustradores freelance. Normalmente suelen ser editoriales de auto o coedición. Y eso quiere decir que probablemente tendrás que pagar un importe por la edición de tu cuento y otro importe extra por las ilustraciones.
Eso sí, vas a tener una ventaja, y es que el proverbio de “quien paga manda” funciona en el mundo de la literatura infantil: si publicar tu cuento ilustrado te cuesta un buen dinero estarás en posición de poder exigir que las cosas (incluidas las ilustraciones) sean como desees.
El segundo escenario es que la editorial tenga “en nómina” a esas ilustradoras. Y aquí estamos hablando de editoriales convencionales en su mayor parte. Y esa sí es muy buena opción, la mejor que existe, porque ni vas a tener que pagar por publicar tu cuento ni tampoco por las ilustraciones. De todo ello se encarga la editorial, que tiene un presupuesto asignado para la edición completa.
Claro que no todo puede ser tan bueno y hay una pega: las editoriales que pueden hacerse cargo de todos los costes suelen ser las grandes, aquellas con las que todos soñamos publicar. Y conseguirlo es todo un reto. Posible, sí, pero muy difícil.
Y en el caso de tener éxito con una editorial de ese calibre, lo peor que puede pasarte es que te imponga el ilustrador que crea que es mejor para tu cuento. Lo dicho, quien paga manda. Pero ¿a quién le importa? Cuando una gran editorial te dice que sí, solo hay una cosa que puedes hacer: celebrarlo.
Aunque hay una forma mucho más fácil de lograr publicar tu cuento ilustrado con una editorial convencional (o no), quizás más pequeña, y que no cuente con una cartera de ilustradores. Y es presentando tu cuento ya acompañado de ilustraciones.
Eso te va a dar más posibilidades de publicar (así es como yo conseguí editorial para mis «Cuentos de Muniatto»), pero eso significa que tendrás que encontrar ese ilustrador/a por tus propios medios.
¿Quieres saber cómo?
2. Ilustradores/as freelance
Se trata de artistas que van por libre. Normalmente son autónomos que ofrecen sus servicios de ilustración para quien quiera contratarlos, a cambio de un pago por sus ilustraciones, que dependerá de:
- -El caché del/de la artista
- -Del número de ilustraciones
- -De lo grandes que sean los dibujos
- -De la técnica usada
- -De la prisa que tengas por recibirlas.
Y sí, los habrá bastante caros, pero también puedes encontrar algunos más económicos. ¡Todo es cuestión de buscar!
¿Y dónde encontrarlas? Seguro que hay muchos en tu ciudad, pero es mucho más fácil en Google. Prueba a poner: “ilustradores freelance” acompañado del nombre de tu ciudad. ¡Ya verás!
En la red incluso se pueden encontrar guías completas de ilustradores como esta: http://www.ilustradores.com/
Yo conozco bastantes ilustradores freelance y he tenido el placer de trabajar con varios de ellos en un proyecto “por amor al arte” llamado Surcandoediciona, en el que escritores e ilustradores lanzamos de forma totalmente gratuita y abierta una Ezine bimensual online con relatos ilustrados. Si quieres echarle una ojeada y ver cómo ilustran algunos de esos profesionales, te dejo el enlace: https://surcandoediciona.wordpress.com/
Lo bueno es que los ilustradores/as freelance suelen mostrar su portfolio de ilustraciones, por lo que vas a poder ver su estilo y decidir si encaja con tu cuento antes de contratarlo. Eso sí, como el trato es personal, sin editoriales de por medio, podrás negociar tanto el precio como las condiciones, es decir, pactar qué ilustraciones te interesan y cómo las quieres.
Pero si tu presupuesto para las ilustraciones de tu cuento es limitado o más bien nulo, que no cunda el pánico, que hay otra opción que quizás te pueda interesar.
Ilustradores de cercanía
Hay una tercera opción, que suele ser más barata o incluso gratis, y consiste en tirar de contactos. ¿Quién no tiene un amigo informático que a veces le arregla los desaguisados de su ordenador? ¿Y cómo descubriste que era informático y que te podía ayudar? ¡Pues seguramente hablándole a todo el mundo de tus problemas con tu ordenador, insistiendo e insistiendo, hasta que apareció como por arte de magia y se ofreció a ayudarte!
Pues con la búsqueda de una ilustradora va a ser lo mismo.
Seguro que nunca antes te habías preguntado si en tu círculo de contactos hay alguna ilustradora, pintor o artista, ¡y puede que sí! Habla tan abiertamente de tu necesidad de un ilustrador para tu cuento como si se tratara de los típicos problemas informáticos.
Si hay suerte, saldrá ese artista que te propondrá que le envíes el texto. Ese es un primer paso. El segundo es que lea el cuento y vea que tu escritura encaja con su estilo de pintura, es decir, que sienta que puede ilustrar tu cuento con comodidad. Si sucede esa magia, puede que diga que sí a tu proyecto. Y puede que el importe que te pida por las ilustraciones sea bastante económico e incluso irrisorio. Incluso, si le emociona mucho la propuesta, puede incluso que no te pida nada a cambio, o quizás solamente te proponga hacer un intercambio, como escribirle un cuento personalizado para su niña, lo que creo que sería un pacto más que justo.
Eso sí, si la ilustradora no te pide un importe razonable por sus ilustraciones, mi consejo es que no des vía libre a la avaricia y piensa que es tan artista como tú. Y que se suma al proyecto por amor al arte, como tú. Cuando la editorial que te publique (si hay suerte) que firme el contrato contigo, que aparezca en ese contrato como autor/a de las ilustraciones y que sea beneficiario de su parte bien merecida de los derechos de autor.
Yo tengo la gran suerte de que mi ilustradora es mi hermana Ester, que es pintora de cuadros con bastantes exposiciones y premios de arte a sus espaldas. E incluso firmamos con el pseudónimo de Germanes Besolí (Hermanas Besolí), todos nuestros trabajos conjuntos. Pero te aseguro que en mi circuito de amigos y conocidos (y vivo en una ciudad pequeña, de unos quince mil habitantes) hay cinco o seis personas como mínimo relacionadas de una forma u otra con las artes pictóricas y que podrían ilustrar cualquier cuento mío sin ningún problema. Así que mira bien a tu alrededor ¡que no se te escape ese ilustrador/a!
¿Y si después de indagar, todavía no encuentras a nadie para ilustrar tu cuento?
Me lo estás poniendo difícil, pero todavía hay una opción para ti. Eso sí, es la última, así que espero que te sirva.
4. Escuelas y academias de arte
Si quieres encontrar mucho talento joven concentrado en un solo lugar, con un arte fresco y valiente, sin prejuicios, con ganas y con mucha ilusión, pero que no te cueste lo que vale un ilustrador profesional con experiencia, ya puedes dirigir tus pasos hacia la escuela o academia de arte más cercana de tu ciudad.
Puedes concertar una cita con la dirección del centro, o quizás hablar con uno de los profesores. Eso sí, llévate tu proyecto contigo y muéstralo sin miedo, con seguridad. Deja también alguna forma de contacto. Y a esperar.
Si les gusta, quizás puedas conseguir que usen tu cuento como proyecto de trabajo en una de sus asignaturas y, a cambio, te dejen escoger al ilustrador o las ilustraciones que más te gusten para la publicación del cuento. O puede que sencillamente nombren tu oferta durante una clase y pidan si algún voluntario quiere enrolarse en tu barco. Igual al cabo de unos días recibes un correo o suena tu teléfono. Y si al conoceros hay afinidad entre tú y el artista, el proyecto puede llegar a buen puerto.
Eso sí, enrolarse significa que ambos estaréis en el mismo barco. Puede que tú seas el o la capitana, pero el ilustrador/a será el segundo de a bordo y le vas a tener que dar su importancia, sobre todo porque seguramente no habrá un pago monetario por esas ilustraciones.
Míratelo de la siguiente manera: lo que menos le va a interesar a una alumna de arte es el dinero, así que es poco probable que te lo pida. Lo que sí va a querer es aumentar su currículum artístico, probablemente escaso, y eso significa formar parte de cuantos más proyectos artísticos pueda y que su nombre figure en ellos.
Y que sea joven o solamente estudiante de arte no significa que no pueda derrochar talento. Más bien al contrario, puede que estés trabajando con un futuro gran artista de renombre sin saberlo ¡El tiempo dirá!
¿Has visto, entre las opciones que te ofrezco, cuál es la tuya para encontrar un ilustrador para tu cuento? Si es así, me alegro.
De todas formas, si quieres escribir unos cuantos cuentos con mi ayuda y guía, y conocer mucho más del mundo de la escritura infantil, te aconsejo que te apuntes a mi taller de cuentos infantiles. Empiezan cada tres meses y en ellos encontrarás teoría, práctica (escribirás un relato por quincena) y mis revisiones personalizadas.