Seleccionados #VIERNESCREATIVO: No sueltes mi mano
Hola, parece que al fin vemos la luz, cerca, muy cerca. El género epistolar está muy presente en este tiempo incierto. Volvamos a él. En el reto de esta semana escribiremos una pequeña carta de máximo 25 palabras sin contar las de la propuesta. Os ofrezco el comienzo: “No sueltes mi mano”.

Recordad que desde nuestra APP gratuita de Portaldelescritor podéis acceder al grupo de Facebook desde vuestro móvil y leer allí mismo el reto, además contar con un generador de personajes e historias, un manual gratis para escritores y los consejos de escritura del blog de Diana P. Morales.
Para seleccionar estos textos, desde Portaldelescritor siempre tenemos en cuenta diferentes aspectos: que cumplan el reto, la calidad literaria, la originalidad, la redacción (no aceptamos textos con varias faltas de ortografía) y además siempre intentamos -en la medida de lo posible- incluir participantes diferentes y no repetir muchas veces a los mismos autores.
RELATO CON MÁS “ME GUSTA”
—¡No sueltes mi mano, Hermenegildo!
Querida Ruperta:
Te escribo esta epístola con la siniestra, ya que sostienes mi otra mano, para comunicarte que debo ir al baño.
No sueltes mi mano, mamá. No todo está perdido, no todo se desvanece entre tanto sinsentido.
Yo sigo aquí.
Quédate conmigo: un día, un año o toda mi vida.
– ¡No sueltes mi mano!- gritó Julia mirando hacia el precipicio.
– Querida, lo siento- sonrió Raúl-. Debo soltarte, tu herencia de esposa rica y Laura, tu terapeuta, me esperan impacientes.
RELATOS SELECCIONADOS
Los rostros se van borrando. Cada día que pasa al levantarme, imágenes vuelan. Por favor, cuando no sepa quien eres, no sueltes mi mano.
Camino sinuoso. Ansiedad por abrir el candado . Falta bastante aún.Dicen que allí está la felicidad. Necesito despejar el miedo. No sueltes mi mano.
Querido hijo:
No sé en qué situación llegaré al final. Una cosa solo te pido: sea como sea, no sueltes mi mano.
Crecimos en el mismo barrio. Juntos en la primera comuniòn.
El descuido del primer beso. Me casé contigo.
Los hijos fueron marchando de casa.
NO, no sueltes mi mano.
No sueltes mi mano y me adentraré, seguro y tranquilo, en el abismo del último adiós.
No sueltes mi mano, no dejes que las pieles se enfríen sin ese calor humano.-
No sueltes mi mano, que la luna me guía hacia el norte donde el hielo quema, y yo, yo quiero ser espuma en el sur.
No sueltes mi mano… Te lo pedí y lo has cumplido. Me agarraste muy fuerte cuando me caí en el pozo oscuro de mi mente, navegando entre tinieblas.
No sueltes mi mano. Yo te llevaré allí donde puedas hacerte cargo de tu vida, donde te sientas querido, donde tengas por fin la oportunidad de ser feliz.
” No sueltes mi mano”, te dije mirándote a los ojos. Me caeré si lo haces. Sonríes, te inclinas sobre mi acariciando mis labios con los tuyos, apenas un susurro.