Seleccionados #VIERNESCREATIVO: El MAR
Es verano, tiempo de vacaciones, sol, brisa, mar. El mar ha inspirado muchos poemarios, uno muy especial es Marinero en tierra de Rafael Alberti. En el reto de esta semana escribiremos poesía, un máximo de once versos en el que aparezca una referencia al mar. Aquí tenéis unos versos de ese poemario como ejemplo:
El mar. La mar.
El mar. ¡Sólo la mar!
¿Por qué me trajiste, padre,
a la ciudad?
¿Por qué me desenterraste
del mar?
En sueños, la marejada
me tira del corazón.
Se lo quisiera llevar.
Padre, ¿por qué me trajiste
acá?
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Para seleccionar estos textos, desde Portaldelescritor siempre tenemos en cuenta diferentes aspectos: que cumplan el reto, la calidad literaria, la originalidad, la redacción (no aceptamos textos con varias faltas de ortografía) y además siempre intentamos -en la medida de lo posible- incluir participantes diferentes y no repetir muchas veces a los mismos autores.
RELATOS CON “MAS ME GUSTA”
Se asoma mi mar, a la delicada línea de tu costado,
y te surcan mis olas en el lento vaivén de nuestro abrazo.
La salida del sol nos encontrará unidos,
casi ahogados de amor,
dormidos en la calma fugaz tras la tormenta.
Al ocaso,
cuando deban separarse nuestros cuerpos,
nos quedará en la piel
el sabor salobre de las lágrimas
y la fresca sensación de un nuevo encuentro.
La claridad serena de la tarde
descenderá despacio
sobre la arena mojada
Las sombras de la cercana noche
invadirán mi alma
Y no sabré
si el sabor salado de mi boca
es del mar
o es de mis lágrimas
Estoy de regreso.
Llevé mi barca
a desafiar los mares,
tensé mis brazos
que frente a las olas
se terminaron rompiendo.
La cresta del mar
que llevo dentro
es más grande
de lo que yo creo.
RELATOS SELECCIONADOS
El mar está calmo,
atrás quedó la tormenta.
Tan solo queda un vaivén
que te lleva, aunque no quieras,
a la deriva en esta tierra.
Y así, ya sin alma andas,
dejando atrás las tinieblas.
Las olas del mar me hablan,
con su susurro
con su olor a caracola.
Las olas del mar me embriagan,
me hipnotizan,
me enamoran.
Las olas del mar me avisan,
confía en ti,
no sufras,
la vida es una más de nosotras.
Se asoma mi mar, a la delicada línea de tu costado,
y te surcan mis olas en el lento vaivén de nuestro abrazo.
La salida del sol nos encontrará unidos,
casi ahogados de amor,
dormidos en la calma fugaz tras la tormenta.
Al ocaso,
cuando deban separarse nuestros cuerpos,
nos quedará en la piel
el sabor salobre de las lágrimas
y la fresca sensación de un nuevo encuentro.
La tormenta perfecta
Un mar de emociones a barlovento
Hincha la vela de mi corazón
En la distancia
Se enciende el faro de mi pasado
Guiando mi destino
Al naufragio final de mí existencia.
Paula Leticia Villarroel Miranda
Vuelvo a los roqueríos
para escucharte,
las olas
me hablan de ti
me dicen que jamás volverás,
que ya no sufres
desde el día
en que entraste al mar
buscando su profundidad…
El bramido ronco del mar
me despierta
y el viento furioso me azota y despeina.
El cielo nuboso, oscuro me cuenta
que ya te has marchado
muy lejos ,sin vuelta.
Mi cuerpo y mi alma
unidos se quejan.
«La sal espesa de tu agua
que besa la orilla con rabia
olvidándose de la espuma
que en tu bramar escapa
Y envuelve de encajes sutiles
las arenas de la playa.
Pies descalzos y mar brava.
El amor al caer la tarde
cuando suavemente la luna
empieza a mecerse en tu agua
confundiendo sobre el mar
amor, deseo, olvidó…lágrimas »
El mar, la mar,
¿Adónde me llevará?
Tan cuerdo, tan loco,
Tan misterioso, tan claro
El mar, la mar
Tan vibrante, tan rítmico
Tan monótono, tan sosegado
El mar, la mar
Tan misterioso, tan sincero
Tan claro, tan sereno
El mar, la mar, la rotundidad
El viento rozó mis cabellos,
y la mar estaba en calma.
Algunas aves se perdieron en el horizonte.
Y un silencio embriagó mi mente,
dejando pasar tus recuerdos, uno a uno.
Desee borrar tus huellas,
en una sonata silenciosa.
Y al respirar con fuerza,
descansó mi alma.
La mar se enfureció,
y arrasó con todo el dolor del ayer.
Hoy nos alcanza la nostalgia nueva
y el deseo inconsciente de ser, por fin, animales etéreos.
Se marchan el mar y la sal, cansados, tierra adentro, sin mirar atrás, transmutados en promesas de verano.
Dame tu mano, niña espuma, que esta puesta de sol tan deslumbrante no deje de indicarnos el único camino.
Ya siento el agua inmortal bajo los pies. Ya somos todo arena.
Simetría
Inspirador de poetas
horizonte ondulante y frío
me cubrí con tu misterio.
Una ventisca salada
me caló hasta los huesos
mi inmensidad es la tuya
a veces, olas en calma
otras veces furia loca
a veces me siento orilla
donde puede anclar tu boca.